domingo, 28 de abril de 2013

¡HOLE! Algo de lo que hablar


     Muchos pensaréis que he escrito mal el título de este post porque en lugar de decir ¡OLE! he utilizado la palabra ¡HOLE!. Pues bien, no es ningún error.

    El pasado día 6 de abril participé en el HOmenaje a la LEgion (de ahí lo de HOLE). Se trata de una competición dura no, lo siguiente. Debo confesar que si llego a saber lo dura que era,  digo que no soy capaz de hacerla. Una amiga mía, a la que aprecio mucho y cariñosamente la llamo Benita, me dijo que ella estaba apuntada, pero que no iba a poder hacerlo por cambios de útlima hora. Sin saber de qué iba la historia y sin rodeos le dije: No te preocupes Benita, que yo voy en tu lugar.

LLegó entonces el día. Os prometo que ni había mirado la ruta. Iba sola. Sólo sabía que había una marcha corta y otra larga. La corta eran 25 km y la larga 49km (bueno, 48.8 para ser más exactos). Benita me habia dicho que estaba registrada en la larga, pero que podía hacer la corta si quería.

Pues bien, yo me eché a andar. Durante los 5 primeros Km todo estupendo. Hasta que llegó el barro ¡Madre mía! nunca había visto tanto barro junto. Creedme que era casi imposible andar. Haciendo marabales conseguí salir ilesa. Justo en este tramo, me pasó una cosa muy curiosa. A lo lejos, entre la gente, vi escrito en una camiseta la palabra NONO. Eran la madre y el hermano de mi mejor amigo a quien desgraciadamente perdimos hace ya dos años. Saludé con una sonrisa y seguí mi camino. Más adelante, y por un traspiés, ví cómo Curra (así se llama la madre de Nono), iba ayudada de Quino y Juan quienes son también íntimos amigos de Nono. Curra se había resvalado y lastimado el hombro.

Me resultó una escena súper emotiva y desde ese momento, Nono estuvo presente en todo lo que aún me quedaba de camino. Justo cuando Curra se retiraba de la mano del hermano de Nono, Juan entonces le pidió al hermano de Nono la sudadera que llevaba escrito su nombre y les dijo: ´esto lo terminaremos por Nono´. La verdadera amistad es para siempre (pensé yo para mis adentros). Desde aquí les mando un beso fuerte a estos dos artistas a los que aprecio mucho.

Después de esto, yo tenía que seguir caminando. Aún me quedaban muchos kilómetros por delante. Ya en el Km 10 reduje el ritmo y me veía incapaz de llegar a hacer si siquiera otros 10 km más.

Estaba cansada, pero mantuve el tipo fuerte. Me repetía a mi misma todo el rato: ´María, dile a tu cuerpo que te diga de lo qué es capaz de hacer´. Todavía hoy no sé como lo hice, pero lo hice. Mi cuerpo respondió, sin rozaduras y sin tirones. No me lo podía creer.

Ya después de pasar el segundo abituallamiento, me veía con fuerzas y justo ahí tuve que decidir si continuaba por la ruta corta o la larga. Dudé mucho, pero siguiendo mi instinto me decidí por la larga.

A partir de ahí, la cosa se complicó. Las subidas de Benaoján y Montejaque eran interminables. Yo seguía reduciendo el ritmo. Fuí sola la mayor parte del tiempo. Yo me sentía rara porque todo el mundo iba acompañado. La gente me sobrepasaba, yo les sonreía y les daba ánimo. Cuando los veía avanzar pensaba: para qué das ánimos, si tu no puedes más con tu pellejo...

Ya una vez pasado el campamento de la legión, por ahí por el km 18, apareció el que iba a ser mi compañero el resto del trayecto. Era un señor de 65 años, venía de San Pedro. Tengo que reconocer que de no ser por él, jamás hubiese terminado. Me parecía increible la energía de este señor. Tenía algo mágico, llegué a pensar que Nono me lo había enviado desde el cielo. Casualmente, él tampoco habia andado más de tres horas nunca antes. Nos pusimos a hablar de la vida. Me hablaba de su familia, de lo que dificil que habia sido su vida. Yo le hablé de todo lo que me había pasado en los últimos cuatro años. Casi llegó a olvidárseme el cansancio. Recuerdo que por primera vez en mi vida fui conciente de que los hombros pesan. Jamás había tenido esa sensación. 

Este señor fue mi luz por casi 6 horas, lo recordaré siempre. Es curioso la manera en que las personas se conocen, aparecen en tu vida, aprendes de ellos y luego siguen su camino.
  
Este HOLE, se lo dedico a él. Significó mucho para mi e hizo que milagrosamente una persona jóven de 33 años acompañada de un dichararecho señor de 65 años, entrara en Ronda despues de andar 48Km, cruzara victoriosa la línea de meta y grabara en mi memoria uno de los momentos de más satisfacción de toda mi vida.

¡HOLE AHI!

No hay comentarios:

Publicar un comentario