domingo, 19 de mayo de 2013

SALA FIESTA: ENTREVISTA DE TRABAJO

La entrevista de trabajo es sin duda una de los momentos más críticos para los demandantes de empleo. Especialmente, si tiene que defenderse en un idioma no nativo.

Por este motivo, en DEPEA ofrecemos el servicio de ayudar  a las personas a preparar la entrevista de trabajo, ya sea en español o en inglés.

En nuestra opinión, no hay mejor manera de ayudar que contando experiencias reales. Yo personalmente he tenido la fortuna (o quizá la desgracia para algunos) de asistir a muchas entrevistas de trabajo. De todas ellas, he sacado una lección aprendida. En esta nueva entrada de mi blog, quisiera hablaros de una de ellas que además permitió que consiguiera mi primer y único trabajo como ingeniero en el extranjero.

Para todo aquel que no conozca mucho de mi vida, deciros que yo he sido una de esas personas que en un momento dado, decidió lanzarse a conocer mundo. Me fui a Londres en el año 2005, dejando un puesto  de responsable que tenía en una empresa del Parque Tecnológico en Málaga.

Tengo que deciros en primer lugar,  que mi nivel de Inglés por aquel entonces, dejaba mucho que desear y en más de una ocasión, me acordaba de todos los profesores de Inglés que había tenido desde pequeña. Yo decía las cosas tal y como se me había enseñado, pero no había manera alguna de que se me entendiera, especialemente, durante el primer mes y medio.

Volviendo al tema de la entrevista de trabajo, deciros que después de mi primer mes y medio en Londres, y gracias a la experiencia que habia adquirido en ingeniería acústica en España, conseguí con la ayuda de quien ya era mi nuevo amigo John , traducir mi curriculum a un inglés nativo y comenzar mi búsqueda de trabajo. 

Mi grata sorpresa fué, que el teléfono empezó a sonar. Parecía que mi experiencia en España llamaba bastante la atención. Mi otra sorpresa fué también, que yo era incapaz de entender a los que me telefoneaban. Uno de estos maravillosos días, recibo la llamada de una recruitment agency. Sinceramente, estaba un poco cansada de ir a entrevistas para comprobar una vez más que tenia que mejorar mi inglés si quería trabajar. Me había pasado de todo, desde confundir thursday con tuesday, hasta verme en medio de un campo rodeada de animales buscando a la empresa que me iba a entrevistar. Otro día os contaré el lado gracioso de todo eso ( siempre hay uno). En fín, que esta agencia decía que tenia un cliente interesado en mi perfil. El cliente en cuestión era la multinacional Ford Motor Company, para la cual he tenido el gusto de trabajar  La foto que veis en este blog, fue mi lugar de trabajo por cuatro años. Un sitio precioso en el medio de la nada.

Pese a las dudas que me rondaban por la cabeza, decidí asistir . Deciros que iba un poco con los ánimos bajos. Mi currículum contaba mi historia en un inglés perfecto, pero yo era incapaz de defenderlo hablando. No obstante, aun sabiendo mis limitaciones, decidí asistir con un pensamiento muy claro en mi cabeza y este pensamiento era ¨ el no ya lo tienes¨.

Llegó entonces el día, la oficina estaba nada más y nada menos que a dos horas y media de mi casa. Debía coger, metro, tren y dos autobuses. La entrevista era temprano. Desafortunadamente media hora más temprano de la hora a la que yo llegué. En mi favor, tengo que decir que no fué mi culpa, sino de los autobuses, que no llegaron ese dia a su hora. Obviamente, no había manera de improvisar con alguna excusa de útlima hora y en inglés.

Definitivamente, no fue un buen comienzo. Entré en una sala de reuniones que curiosamente tenía un cartel en la entrada que decía FIESTA. Yo no entendía nada en ese momento - no me dio tiempo a pensar mucho más sobre el tema -. Entré dentro de la sala y despues de comprobar que eran tres entrevistadores y no sólo uno, como pude, pedí disculpa por mi tardanza con tres sorrys (no sabía otra manera de hacerlo) y empezamos.

La entrevista constó de tres partes.  La primera parte fue fácil, entre otras cosas, porque yo no tenía que abrir la boca para nada. Ellos me hablaron de cómo funcionaban, en qué departamento yo trabajaría y otras muchas cosas. Esas otras muchas cosas, no es que no las recuerde, es que sencillamente no me enteré. Para que os hagais una idea, creo que pude entener el 40% de las cosas que se me explicaron, (una vez más se hacía evidente lo que ya se sabía, debía mejorar mi inglés). Sólo me había quedado claro que de conseguir el puesto,  trabajaría escuchando ruidos de coches y motores.

Llegó entonces la segunda parte de la entrevista y la más temida. De esta, ya no había escapatoria. Debía hablarles de mi, en Inglés y contar una historia que tuviera sentido de por qué había yo acabado haciendo una entrevista en un sitio como aquel.  Sinceramente, hize lo que pude, le hablé sobre todo de mi experiencia como inspectora de ruidos en España (decirles que no había visto un motor de un coche en mi vida excepto para cambiar el agua del limpiacristales no me parecía oportuno). No estaba para nada contenta con mi defensa, me sentía impotente por no poder hablar mejor. Uno de los entrevistadores, me calmó diciendome: María, no te preocupes porque tu inglés es mucho mejor que mi Español. 

La entrevista se me hizo larga. Para terminar la segunda parte, me hizieron la pregunta del millón. Me dijeron algo así: María, si te llega un cliente con un problema de ruido en el coche ¿qué harías? Justo al segundo después de que lanzaran la pregunta, me quería esconder debajo de la mesa. Me daba verguenza no poder explicarme. Sabía la respuesta, tenía cosas que aportar pero no sabía cómo hacerlo. Entonces, dije: disculpad sé la respuesta pero necesitaría un papel y un lápiz para mi explicación. Los tres entrevistadores se sorprendieron con mi extraña solicitud, pero en nigún momento se negaron. Uno de ellos sacó un boli de la solapa de su chaqueta,  y recuerdo utilizar la parte posterior de mi currículum como papel.  Y ahí estaba yo, haciendo un croquis y escribiendo formulitas y conceptos de acústica que si dominaba.  Esa parte la bordé, cosa que no supe hasta las dos semanas siguientes cuando una vez en el puesto de trabajo, me facilitaron el procedimiento interno que utilizaban para la evaluación de ruidos en motores.  Sorprendentemente, mi super croquis era casi exacto.  Me quedé un poco atontada, la verdad.

Por fin, llegó la última parte de la entrevista que tampoco fué nada fácil. De repente, uno de ellos se va de la FIESTA y vuelve a entrar con una pieza, según él de un coche.  En esta parte si que me  recuerdo aterrorizada, y sólo pedía una cosa: por favor, que no se me pregunte qué es esa pieza porque no la he visto en mi vida. Mis súplicas no sirvieron de mucho, un segundo más tarde, quería volver a meterme debajo de la mesa. Pensé rápido lo siguiente: María estas en FORD, que lo que hace es diseñar motores. Estás haciendo una entrevista para el departamento de ruidos y vibraciones, ¿qué es lo que hace ruido de un coche? el motor ¿no?- pense yo rápidamente. Pues entonces, esa pieza tiene que ser lo que cubre al motor para que el ruido no se escape y dije algo asi: This is the ´covert of the engine´ y me quedé tan agusto.

Después de mi respuesta, concluyó la entrevista. Dí las gracias por la paciencia que habían tenido conmigo y me despedí pensando que ni por asomo acabarían llamándome para trabajar alli. Ese sería el final de la FIESTA tal y como yo lo entendí. Afortunadamente, mi sensación fue equivocada porque a la semana siguiente me llamaron para que en quince días me incorporara a la plantilla. Todo pasó super rápido.

Y una cosa más para aclarar y para terminar, el cartel de la sala no indicaba que yo había sido invitada a ninguna FIESTA. Resulta que en Ford, todas las salas tienen nombre de coches. Tambien teniamos la sala Fusión, Mustang, Maverik, Scort, Galaxy , etc. 

Qué curioso todo ¿verdad?

Un saludo a todos y espero no haberos aburrido con este post que me ha quedado un poco largo.














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