lunes, 16 de mayo de 2016

El reloj de los recuerdos




Y hay días en los que una sin querer, o tal vez queriendo un poco, recuerda sólo ciertas cosas y se deja estar triste. La lágrima le cae fácil y durante un rato no entiende de lucha.

El reloj deja de marcar las horas y en su lugar marca recuerdos. Uno a uno van pasando. Gentes, olores, ruidos, aplausos, miradas, emociones, nervios…

Los recuerdos están ahí. Justo cuando una se atreve a dejar ver su debilidad. Justo cuando una acepta, aunque solo sea por un rato, que para sentir lo que quiere sentir tiene que dejar de mirar el presente, el aquí y el ahora.

Porque así es de la forma en que una entristece, ignorando el ahora y queriendo ver el tiempo en un reloj que lo único que te deja ver son recuerdos.

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