domingo, 30 de abril de 2017

Sístole y Diástole al escenario




Dejarse abrir el corazón de vez en cuando para que se airee, para que se oxigene y no se oxide.

Y además, hacerlo al estilo del sur, a modo fiesta. Invitando al dúo compuesto por la sístole y la diástole a que salgan a la pista de baile y acompañen a una música que quiere ser sentida en las paredes de un más dispuesto que despierto corazón porque anda soñando.

Sístole y diástole al escenario. A respirar un poquito de libertad. Sin frenos ni miedos. Bailen cada una a su antojo. Demuestren de lo que son capaces. Disfruten y déjense oir y ver. Bébanse todos esos sueños de un trago si se les antoja, que ya llegará la resaca en forma de cordura y razón para recordarles que en realidad, están solas en la función. Que el público se va, que nadie observa el giro de sus sutiles y dulces movimientos que bañan a todo un cuerpo de ilusión.

Y es que puede ocurrir que a pesar de la valentía de sus vaivenes, que a estas señoritas ni se les intuya. De entre todas, la opción menos contemplada cuando es el corazón quien regenta, pero no por ello deja de ser una posibilidad entre tantas.

Como también lo es la opción que tiene una de querer elegirse igualmente, aunque hayan habido mil jueces o ninguna parte que la elija. Sin excusas y sin dramas. Viéndose a una crecerse después de haberle abierto el corazón a quien, justo entonces, no supo verlo bailar. 

Feliz día

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